mayo 27, 2011

Historia 3er Año - Unidad 1 - Antecedentes de la Revolución de Mayo

Antecedentes de la Revolución de Mayo
Para comprender la génesis de la Revolución de Mayo, es imprescindible dirigir la mirada a los sucesos europeos de fines del siglo XVIII y principios de siglo XIX. Recordemos que en 1789 había tenido lugar la Revolución Francesa, un movimiento que determinó el fin de la monarquía en Francia y la implantación de un nuevo gobierno. Las ideas que dieron forma a esta revolución se identificaban con la llamada “ilustración” o “iluminismo” (1)
Estas nuevas ideas fueron poniendo en crisis el poder de las monarquías tradicionales. España, que había organizado la conquista de América a partir del siglo XV y que junto con otros países había implementado una organización de tipo colonial sobre sus posesiones, también estaba en crisis. En 1804, año en que era coronado Napoleón como emperador, Francia, España e Inglaterra estaban en guerra. Inglaterra ejercía un poder cada vez más notable sobre los mares, y esto afectaba directamente el control que España tenía sobre los puertos americanos. El puerto de Cádiz –clave para el comercio ultramarino- fue bloqueado por los ingleses perjudicando directamente a España, pero también a Francia y a otros países que veían en Cádiz la salida al Atlántico. Dispuesto a romper el bloqueo, Napoleón enfrentó a Inglaterra en 1805 en la Batalla de Trafalgar, que fue una victoria para Inglaterra y destrozó totalmente la flota española. Napoleón abandonó definitivamente la idea de invadir Inglaterra y entonces esta última quedó coronada como la Reina de los Mares. Desde allí surgió la idea de los ingleses de conquistar territorios en el hemisferio sur (sur de África, Río de la Plata en las invasiones inglesas, más tarde las islas Malvinas en 1833, entre otros).
A esto le tenemos que sumar la necesidad de Inglaterra de conquistar territorios por un objetivo comercial, ya que se encontraba en plena Revolución Industrial y el progreso requería de nuevos mercados para conseguir materias primas e introducir manufacturas. Entre 1780 y 1800 la máquina de vapor, el telar mecánico y el perfeccionamiento de la máquina de tejer habían producido en Inglaterra una verdadera explosión en la elaboración de tejidos. Las fábricas multiplicaron cincuenta veces sus importaciones de algodón, por lo que América del Sur va a convertirse en zona codiciada: sus materias primas son fuente para alimentar telares y además hay potenciales consumidores de productos ingleses. (2)
Volvamos al territorio americano: España estaba deteriorada, el comercio con América se veía interrumpido por la presencia de los ingleses en Cádiz y merodeando los mares, el contrabando ya era una alternativa comercial en el Río de la Plata, las nuevas ideas habían llegado a Buenos Aires (Revolución Francesa, Iluminismo, Independencia de los Estados Unidos en 1776) todo parecía conjugarse para un cambio en el rumbo del Virreinato del Río de la Plata.


Las invasiones inglesas:
En ese marco y teniendo en claro el proceso de expansión inglesa a la que nos referimos anteriormente, Buenos Aires enfrentó tropas invasoras durante dos años consecutivos. Conocidos respectivamente como la Reconquista –porque los ingleses conquistaron la ciudad y fueron desalojados- y la Defensa –porque, esa vez, no llegaron a controlar la ciudad- estos episodios no hicieron sino desatar las fuerzas contenidas en la sociedad y de este modo desencadenaron un proceso que culminará en Mayo de 1810 con el grito de libertad y la instauración del primer gobierno patrio, y seis años después con la declaración definitiva de la independencia nacional.

La necesidad de desalojar a los británicos invasores en 1806, frenar un segundo intento en 1807 y mantenerse alertas en adelante, desembocó en el desarrollo de un poder autónomo. Pero la génesis de la Revolución de Mayo en nuestro país no es un hecho aislado, sino parte de una realidad continental, es decir que casi todas las posesiones que España tenía en América van a desarrollar procesos similares, de búsqueda de la independencia, proceso que no será pacífico, sino cargado de guerras, violencia, ensayos de cómo organizar los nuevos gobiernos y amenazas del exterior.

A partir de 1806 esa sociedad del Virreinato del Río de la Plata comenzó a militarizarse, y proceso se va a extender hasta 1824, cuando finalicen las últimas guerras por la Independencia y recién entonces España (y toda Europa) acepten que en América hay nuevos países, nuevos Estados, con gobiernos locales, elegidos por sus pobladores y ya no digitados desde las metrópolis colonialistas.

La chispa que desató la necesidad de independizarse en el sur del continente fue el fallido intento británico. Nosotros hablamos de dos invasiones, pero en realidad fue una sola invasión al Río de la Plata que debe verse en dos momentos, o dos intentos.

La reconquista:
Los británicos, muy bien pertrechados y seguros de vencer a tropas locales débiles y mal preparadas, llegaron primero al norte de Brasil (Bahía) pero luego se dirigieron al Cabo de la Buena Esperanza (sur de África) tomaron el lugar y armaron el plan para atacar el Río de la Plata. En ese momento el mando inglés lo tenían Baird, Popham y Beresford.
Los ingleses pensaban iban a ser bien recibidos por los habitantes de esta región, que no soportaban más al monopolio español (para sondear esas opiniones habían mandado espías a Buenos Aires algunos meses antes de la invasión).
Luego de enterarse que Montevideo estaba fortificada y que se complicaba asentarse en esa ciudad, los ingleses se dirigieron directamente a la costa de Quilmes con poco menos de 1600 soldados. Las milicias para frenar el avance contaban con 600 hombres, de los cuales 500 eran inexpertos totalmente y fueron rápidamente superados por los ingleses, que iniciaron una marcha sostenida hacia la zona de Barracas. El virrey de Sobremonte se retiró hacia la zona de Floresta para luego dirigirse con los caudales hacia la ciudad de Córdoba. Así su imagen pública quedó totalmente desprestigiada.
Buenos Aires fue abandonada a los ocupantes y ni siquiera se organizó una tropa; peor aún: se dejaron en el fuerte 100 piezas de artillería que fueron utilizadas por los invasores.
Los ingleses fácilmente invadieron, ocuparon y gobernaron Buenos Aires durante 46 días. El Cabildo, las autoridades religiosas, los principales comerciantes rindieron homenaje a los invasores y juraron obediencia al rey de Inglaterra. Otros que no podían soportar esto optaron por exiliarse en la Banda Oriental (Belgrano, Castelli por ejemplo)
Beresford asumió el control político, militar y económico de la ciudad y permitió que las instituciones se mantuvieran en funcionamiento. Sobremonte entregó los caudales y junto con otros fondos que encontraron los ingleses fueron depositados en la fragata Narcissus para ser enviadas a Gran Bretaña.
Pero ahí empezó el desengaño: el libre comercio no era una receta mágica, los esclavos no fueron liberados, Beresford no tenía planes de organizar una república: parecía escucharse “Amo por Amo” y entonces la población juzgó que era mejor el amo conocido que el nuevo, ya que con los españoles compartían lengua, cultura, tradiciones, religión. Así que muy rápidamente se dispersó la idea de expulsar al invasor.
Quienes armaron las primeras milicias? Obviamente los que tenían intereses comerciales afectados, es decir los pro-monopolistas. Así encontramos a Santiago de Liniers, Juan Martín de Pueyrredón y Martín de Alzaga.
Liniers se puso a la cabeza de unos 1000 hombres, Puyerredón reunió 800 voluntarios y libra el primer combate contra ingleses, en el que salen victoriosos los locales. Los británicos advierten que se hace difícil mantener la ocupación sin contar con “socios locales” y sin caballos. Otra de las fuertes trabas era el desconocimiento del idioma, ya que las conspiraciones se tramaban frente a ellos, que nada entendían.
En agosto Liniers comenzó a avanzar con dificultades pero reunió 2000 hombres. Los combates fueron breves, pero encarnizados y como el avance de los hispanocriollos alentaba a la población, la tropa de la resistencia creció aún más. La gente se sumaba con desorden pero con mucho entusiasmo. Beresford se rindió y unos 1200 soldados ingleses cruzaron la plaza de la “Victoria” (actual Plaza de Mayo) para entregar armas.
Imaginemos que pudo sentir la población de Buenos Aires al vencer con una milicia improvisada y una muchedumbre combativa a las fuerzas entrenadas, a la “reina de los mares”.
Las bajas fueron 50 muertos y más de 130 heridos aproximadamente. Los ingleses sufrieron 165 bajas y más de 250 heridos.
Beresford y algunos oficiales ingleses fueron conducidos a Luján. Otros oficiales fueron a Capilla del Señor, San Antonio de Areco, San Nicolás y otros pueblos del campo bonaerense. Los soldados ingleses fueron enviados al interior: a Mendoza, San Juan, San Luis, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán. Fueron alojados en casas de familia y gozaron de una relativa libertad, contaban con un sueldo mensual y una cuota diaria para alimentarse.

La Defensa:
Aunque las milicias criollas lograron desalojarlos por la fuerza, los invasores mantuvieron su posición cruzando el río, en la Banda Oriental, recibiendo importantes refuerzos.
En Buenos Aires ya liberada de ingleses se realizó una reunión de vecinos en el cabildo y se designó a Santiago de Liniers como jefe militar de la Ciudad. También se decidió enviar a Pueyrredón a Madrid para organizar gestiones diplomáticas.
Mientras tanto en septiembre la fragata Narcissus llegó con los caudales a Inglaterra: el tesoro fue paseado por las calles de Londres en 6 carrozas. El gobierno inglés daba por segura la incorporación de una nueva colonia y preparó un envío para reforzar las posiciones. Esta vez se planeó también la invasión a Chile.
La nueva expedición contó con el mando del gral. Auchmuty y recién cuando llegó a Río de Janeiro en noviembre se enteraron de la “reconquista” de los criollos. De todos modos las tropas se dirigieron a la Banda Oriental donde se sumaron a las del brigadier Craufurd (cuya misión era invadir Chile) y otras dirigidas por Withelocke. En total sumaron 11000 hombres. De esta forma tomaron Montevideo y reanudaron el ataque sobre Buenos Aires.
En febrero de 1807 Liniers convocó a una junta de guerra que destituyó a Sobremonte y nombró al francés como virrey interino. Se organizaron milicias (todos los hombres entre 16 y 50 años debieron cumplir servicio militar y cada integrante portaba permanentemente arma de fuego). La ciudad parecía un campamento militar. Se armaron los siguientes cuerpos:
PATRICIOS: 1200 hombres, que habían nacido en la Capital. Eran jornaleros y artesanos.
ARRIBEÑOS: 540 hombres provenientes de las provincias del interior, del norte (o de arriba, de allí el nombre)
PATRIOTAS DE LA UNION: 455 hombres, costeado por el Cabildo, se encargaban de la artillería liviana o volante.
BATALLON DE INDIOS, PARDOS y MORENOS: se encargaban de la artillería pesada (cañones por ejemplo)
HUSARES, CARABINEROS DE CARLOS IV, MIGUELETES, ESCLAVOS (armados con lanzas y cuchillos) COMPAÑÍA DE GRANADEROS DE INFANTERIA, BATALLON DE MARINA, CUERPO DE QUINTEROS (todos estos eran formados por hombres de origen local, no españoles)
TERCIOS O CUERPOS DE GALLEGOS, ANDALUCES, CATALANES, etc. eran formados por españoles (de origen europeo) que se agrupaban según la región de origen.

La necesidad de “defenderse” de los invasores desencadenó un proceso importantísimo para comprender la Revolución de Mayo: se produjo la militarización de la sociedad. Además este proceso tuvo aspectos democráticos, ya que eran los soldados rasos (la tropa) los que elegían a sus jefes, los que a su vez nombraron a los oficiales. En otras palabras: las responsabilidades surgieron de abajo hacia arriba.
Se contaban entonces unos 8000 hombres equipados gracias al aporte voluntario de los vecinos, que comenzaron a adiestrarse regularmente con bastante rigor. Hay que decir que los cuerpos militares formados solamente por españoles se caracterizaron por el poco interés de sus integrantes por el entrenamiento. Nadie quería desatender los negocios. En cambio para los criollos más pobres y para los regimientos de negros o morenos, el sueldo era una excelente opción, por lo que mostraron más compromiso y dedicación.
Desde la expulsión de los ingleses en 1806 había 2 poderes en la ciudad: el político que se centraba en la Real Audiencia y el Cabildo y que estaba dominado por los peninsulares o españoles, y el militar formado por los vecinos armados que meses después conformarían las milicias que iban madurando día a día y allí eran los criollos los que tenían un real peso especifico.
En el plano político se formaron distintas corrientes de opinión que no sería correcto imaginar como partidos políticos sino más bien como facciones:
· Martín de Alzaga –un rico comerciante español- formó el “Partido Republicano” que era leal al rey pero que pensaba en una autonomía política y administrativa del Río de la Plata. Sin embargo la idea era que el poder siguiera recayendo en los españoles residentes en Bs. As. con el objetivo de estructurar algo así como una España Americana en la que ellos siguieran dominando.
· Del otro lado nos encontramos con el “Partido de la Independencia” mayoritariamente criollo, en el que militaban Hipólito Vieytes, Juan José Castelli, Antonio Beruti, los hermanos Nicolás y Saturnino Rodríguez Peña, Manuel Belgrano, Juan José Paso y Martín Rodríguez. Se reunían en tertulias pero luego terminaban hablando de política. Lo que proponían era muy ambiguo y a veces confuso ya que algunos de sus miembros estaban de acuerdo con un protectorado británico, aunque sea transitorio mientras que otros defendían la idea de una independencia directa.
· Liniers por su lado, cerró filas con la monarquía.

En febrero de 1807 llegó la noticia a Buenos Aires de que los ingleses habían tomado Montevideo. Esto incentivó la movilización popular. El segundo intento de los ingleses comenzó el 28 de junio. La defensa de Buenos Aires estaba cuidadosamente preparada y conducida por Liniers y Martín de Alzaga, que en ese momento era el alcalde de la ciudad. Se olía triunfo criollo.
Los ingleses desembarcaron en Ensenada. Eran 8600 hombres con piezas de artillería y provisiones para 3 días. El 2 de julio cruzaron el Riachuelo y se toparon con los criollos: primer combate y una victoria para los ingleses. Withelocke perdió un par de días intentando forzar la rendición sin gastar balas: quería ganarse la simpatía popular. Sin embargo fue un error estratégico.
Cuando se decidieron los ingleses a avanzar por la ciudad se encontraron a todos los milicianos en posición defensiva: sobre las terrazas, en las ventanas y en las esquinas estratégicas había apostados milicianos que no tardaron en producir cientos de bajas al ejercito invasor. El 5 de julio fueron los combates más intensos en distintos puntos de la ciudad. Los ingleses lograron tomar la Plaza de Toros (actual plaza San Martín, cerca de Retiro) y solo pudieron avanzar hasta el convento de Santo Domingo (Av. Belgrano y Defensa) que fue donde se produjo el combate mas violento: los criollos recuperaron el convento con cañonazos y disparos. Withelocke capituló algunos días después: mil bajas entre muertos y heridos y unos dos mil presos fue lo que perdieron los ingleses. Para Inglaterra fue una verdadera catástrofe, ya que esta vez ni siquiera lograron llegar al Fuerte. El bautismo de fuego para los voluntarios de Buenos Aires arrojó un saldo de 300 muertos y algo más de 600 heridos. Alzaga obtuvo el reconocimiento por la coordinación del movimiento de estas milicias.
Los ingleses abandonaron la ciudad en 10 días y se vieron obligados a dejar Montevideo en 60 días. Los criollos devolvieron a los prisioneros ingleses, inclusive los del año anterior. Withelocke fue acusado de impericia, degradado y expulsado del ejército inglés.
Una paradoja de la Historia Argentina: Alzaga y Liniers, los dos líderes de 1806 y 1807, se alzaron después contra la Revolución de Mayo y fueron acusados de contrarrevolucionarios, mereciendo los dos la pena de muerte (fusilamiento)


(1) Apuntes: ¿A qué llamamos ILUSTRACION o ILUMINISMO?
La Ilustración fue un movimiento intelectual histórico originado en Francia que se extendió por toda Europa y América y renovó especialmente las ciencias, la filosofía, la política y la sociedad. Esta corriente abogaba por la Razón como la forma de establecer un sistema de gobierno. Entre y 1765 se publica en Francia la primera Enciclopedia que pretendía recoger el pensamiento ilustrado. Querían educar a la sociedad, porque una sociedad culta que piensa por sí misma era la mejor manera de asegurar el fin del Antiguo Régimen. En su redacción colaboraron Diderot, Dalemberto, Montesquieu, Rousseau y Voltaire. Los líderes intelectuales de este movimiento se consideraban a sí mismos como la élite de la sociedad, cuyo principal propósito era liderar al mundo hacia el progreso, sacándolo del largo periodo de tradiciones, superstición, irracionalidad y tiranía. Este movimiento trajo consigo el marco intelectual en el que se producirían las revoluciones americanas, es decir, todos los procesos emancipadores del siglo XIX, la Guerra por la Independencia en EEUU, el auge del Capitalismo y el nacimiento del Socialismo.
El iluminismo también levantó críticas contra la Iglesia Católica, que había sido muy poderosa durante la Edad Media, colaborando con un clima de ignorancia generalizada, oscurantismo y prohibición del pensamiento libre. Por eso el Iluminismo se alejó de los dogmas religiosos para explicar el mundo y sus acontecimientos, para hacerlos a la luz de la razón. El iluminismo tampoco hubiera existido de no haberlo precedido un debilitamiento del poder de la Iglesia a causa de la reforma protestante, que dividió al mundo cristiano; y del humanismo, movimiento filosófico que centró en el hombre el objeto de las preocupaciones terrenales, quitando a la religión ese privilegio, desechando el teocentrismo.

2) Repasando la Revolución Industrial
Es un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX en Inglaterra. que luego se expande al resto de Europa Continental. La Revolución Industrial produjo el mayor conjunto de transformaciones materiales, económicas y sociales de la Historia, luego de la Rev. Paleolítica.
La economía basada en el Trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la Industria y la Manufactura.
La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los procesos del hierro. La expansión del Comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la Máquina de vapor y la denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su producción.
La industrialización no sólo tuvo un gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones sociales. Se produjo un éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades; el antiguo agricultor se convirtió en obrero industrial. La ciudad industrial aumentó su población como consecuencia del crecimiento natural de sus habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano. La carencia de habitaciones fue el primer problema que sufrió esta población marginada socialmente; debía vivir en espacios reducidos sin las mínimas condiciones, comodidades y condiciones de higiene. A ello se sumaban largas jornadas de trabajo, que llegaban a más de 14 horas diarias, en las que participaban hombres, mujeres y niños con salarios de miseria, y que carecían de toda protección legal frente a la arbitrariedad de los dueños de las fábricas o centros de producción. Este conjunto de males que afectaba al proletariado urbano se llamó la Cuestión Social, haciendo alusión a las insuficiencias materiales y espirituales que les afectaban.
Como contraste al proletariado industrial, se fortaleció el poder económico y social de los grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema económico capitalista, caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la regulación de los precios por el mercado, de acuerdo por la oferta y la demanda.
En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente y su situación de privilegio social se basó fundamentalmente en la fortuna y no en el origen o la sangre. Avalados por una doctrina que defendía la libertad económica, los empresarios obtenían grandes riquezas, no sólo vendiendo y compitiendo, sino que además pagando bajos precios por la fuerza de trabajo aportada por los obreros.
Las propuestas para solucionar el problema social. Frente a la situación de pobreza y precariedad de los obreros, surgieron críticas y fórmulas para tratar de darles solución; por ejemplo, los socialistas utópicos, que aspiraban a crear una sociedad ideal, justa y libre de todo tipo de problemas sociales. Otra propuesta fue el socialismo científico, que proponía la revolución y la abolición de la propiedad privada (marxismo); también la Iglesia católica a través del Papa León XIII dio a conocer la Encíclica Rerum Novarum (1891), que condenaba los abusos y exigía a los estados la obligación de proteger a lo más débiles. La Revolución industrial generó cambios fundamentales en la sociedad británica del siglo XVIII, y posteriormente se extendió a los otros países europeos.

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